Informe sobre la Degradación del Suelo en Argentina y su Vínculo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Diagnóstico: Déficit Crítico de Nutrientes y Estancamiento Productivo
El estado actual del suelo agrícola en Argentina presenta un pasivo creciente en la reposición de nutrientes, una situación que contrasta marcadamente con el superávit gestionado por competidores como Brasil y Estados Unidos. Este déficit ha provocado un estancamiento en la producción nacional por más de una década, comprometiendo uno de los recursos económicos más relevantes del país. La magnitud del problema se refleja en las siguientes cifras:
- Se estima que la “deuda de nutrientes” del suelo argentino asciende a 30.000 millones de dólares.
- Para recuperar los niveles de nutrientes de la década de 1990, se requerirían 28 años de fertilización continua sin realizar una sola cosecha.
Esta degradación del suelo representa un obstáculo directo para el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres), que busca combatir la desertificación y detener la degradación de las tierras.
Impacto Directo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La problemática del deterioro del suelo trasciende el ámbito productivo y afecta de manera significativa la consecución de varios ODS clave para el desarrollo nacional:
- ODS 2 (Hambre Cero): La pérdida de fertilidad del suelo amenaza directamente la capacidad de producir alimentos, la seguridad alimentaria y la promoción de una agricultura sostenible, pilares de este objetivo.
- ODS 12 (Producción y Consumo Responsables): El modelo de explotación actual, sin una adecuada reposición de nutrientes, evidencia una gestión no sostenible de los recursos naturales, contraviniendo las metas de producción responsable.
- ODS 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres): El agotamiento de nutrientes es una forma de degradación de la tierra que el objetivo busca explícitamente revertir para proteger los ecosistemas.
- ODS 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico): El estancamiento productivo derivado del deterioro del suelo limita el crecimiento económico sostenido del sector agropecuario y la economía en general.
Causas Estructurales y Legislativas del Déficit de Nutrientes
El análisis de la situación revela un conjunto de causas estructurales y normativas que fomentan prácticas agrícolas no sostenibles, impidiendo la planificación a largo plazo necesaria para la salud del suelo.
- Modelo de Arrendamiento Predominante: Un 70% de la actividad agrícola se desarrolla sobre campos alquilados, lo que genera un desincentivo para que los productores inviertan en la mejora de un recurso que no les pertenece.
- Marco Legal Obsoleto: La Ley de Arrendamientos y Aparcerías Rurales data de 1948 y no contempla los paradigmas actuales de sostenibilidad ni ofrece la previsibilidad necesaria para la inversión en nutrición del suelo.
- Contratos de Corto Plazo: La renegociación frecuente de los contratos de alquiler (anual o cada pocos años) impide que el productor asuma el costo de planes de fertilización, ya que no tiene garantías de poder amortizar dicha inversión.
- Ausencia de un Marco Regulatorio para la Sostenibilidad: No existen parámetros claros ni políticas de Estado que fijen reglas de juego para el uso sostenible del suelo, una carencia que el presidente de Fertilizar, Roberto Rotondaro, considera crítica.
Propuestas y la Necesidad de un Marco Regulatorio
Para revertir este diagnóstico, es imperativo establecer un marco normativo que promueva la sostenibilidad. La propuesta del Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Provincia de Buenos Aires (CIAFBA) para legislar sobre el uso del suelo y el agua, aunque descalificada inicialmente, apunta en la dirección correcta hacia la implementación del ODS 15.
Según Roberto Rotondaro, es fundamental la intervención del Estado para “fijar las reglas de juego”, creando un entorno de previsibilidad que aliente la inversión. Se debe derribar la idea de que la fertilización es un costo y entenderla como una inversión estratégica que beneficia tanto al productor como al propietario del campo, alineándose con los principios del ODS 12. La solución requiere de ODS 17 (Alianzas para lograr los Objetivos), donde el Estado, los productores, los propietarios y las entidades técnicas colaboren en el diseño de políticas a largo plazo.
Análisis de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el Artículo
1. ¿Qué Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se abordan o están conectados con los temas destacados en el artículo?
- ODS 2: Hambre Cero: Este objetivo busca poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible. El artículo se centra directamente en la insostenibilidad de las prácticas agrícolas actuales en Argentina, destacando el “déficit” y la “deuda de nutrientes” en el suelo. Esta degradación amenaza la productividad a largo plazo (“la producción no puede perforar su techo”), lo que impacta directamente en la capacidad de producir alimentos de manera sostenible.
- ODS 15: Vida de Ecosistemas Terrestres: Este objetivo se enfoca en gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad. El tema central del artículo es la degradación de la tierra, específicamente el agotamiento de nutrientes en los suelos agrícolas. Frases como “deterioro del suelo” y la necesidad de “recuperar los suelos” se alinean directamente con los esfuerzos para revertir la degradación de la tierra.
- ODS 12: Producción y Consumo Responsables: Este objetivo promueve la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales. El suelo es un recurso natural finito que, según el artículo, se está gestionando de manera insostenible en Argentina. La discusión sobre el “pasivo en la reposición de nutrientes” y la comparación con países con “superávit” de nutrientes (Brasil y EE. UU.) resalta un patrón de producción que no es responsable con el recurso base.
- ODS 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico: El estancamiento de la producción agrícola (“hace ya más de una década que la producción no puede perforar su techo”) debido al deterioro del suelo tiene un impacto directo en el crecimiento económico de un sector clave para Argentina. Promover prácticas sostenibles que recuperen la salud del suelo es fundamental para reactivar la productividad y, por ende, el crecimiento económico del sector agropecuario.
- ODS 17: Alianzas para Lograr los Objetivos: El artículo subraya la necesidad de una intervención estatal para “fijar las reglas de juego”, la importancia de actualizar la legislación (Ley de Arrendamientos de 1948) y la propuesta del Colegio de Ingenieros Agrónomos. Esto apunta a la necesidad de políticas públicas coherentes y alianzas entre el gobierno, los productores, los propietarios de tierras y las asociaciones profesionales para lograr un desarrollo sostenible en el sector.
2. ¿Qué metas específicas de los ODS se pueden identificar en función del contenido del artículo?
- Meta 2.4: “Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático […] y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra”. El artículo aborda directamente el fracaso en el cumplimiento de esta meta, ya que describe un sistema de producción que degrada la calidad del suelo en lugar de mejorarla, lo que lleva a un estancamiento productivo.
- Meta 15.3: “Para 2030, luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación neutra del suelo”. El concepto de la “deuda de nutrientes” de 30.000 millones de dólares y la afirmación de que se necesitarían 28 años para recuperar los suelos son una descripción clara de la degradación del suelo que esta meta busca combatir.
- Meta 12.2: “Para 2030, lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales”. El artículo critica la gestión actual del suelo, un recurso natural clave, describiéndola como insostenible debido a la falta de reposición de nutrientes, impulsada por una estructura legislativa y de arrendamiento que desincentiva las inversiones a largo plazo.
- Meta 17.14: “Mejorar la coherencia de las políticas para el desarrollo sostenible”. La mención de una “ley de arrendamiento próxima a cumplir 80 años” y la falta de “parámetros claros para el sostenimiento de un recurso finito como la tierra” señalan una clara incoherencia o vacío en las políticas que impiden el desarrollo agrícola sostenible, un punto que esta meta busca resolver.
3. ¿Hay algún indicador de los ODS mencionado o implícito en el artículo que pueda usarse para medir el progreso hacia los objetivos identificados?
Sí, aunque el artículo no menciona los códigos de los indicadores oficiales de los ODS, proporciona datos y descripciones cualitativas que funcionan como indicadores implícitos o proxies para medir el estado de la degradación del suelo y la sostenibilidad agrícola.
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Indicador implícito para la Meta 15.3 (Proporción de tierras degradadas): El artículo ofrece varias métricas que cuantifican la degradación del suelo:
- Valor monetario de la degradación: La “deuda de nutrientes” se estima en “30.000 millones de dólares”. Este valor puede servir como un indicador económico del nivel de degradación del suelo.
- Tiempo de recuperación: Se afirma que se necesitarían “28 años de aplicaciones sin cosechar” para recuperar los niveles de nutrientes de los años noventa, lo que indica la severidad del daño.
- Balance de nutrientes: La descripción de Argentina con un “pasivo en la reposición de nutrientes” en contraste con el “superávit” de Brasil y EE. UU. funciona como un indicador comparativo de la gestión sostenible del suelo.
- Indicador implícito para la Meta 2.4 (Productividad agrícola): La afirmación de que “hace ya más de una década que la producción no puede perforar su techo” actúa como un indicador cualitativo del estancamiento de la productividad agrícola, vinculándolo directamente con la falta de prácticas sostenibles como la fertilización adecuada.
- Indicador implícito para la Meta 17.14 (Coherencia de políticas): La antigüedad de la Ley de Arrendamientos (de 1948) y la falta de una ley de uso de suelos son indicadores claros de la falta de un marco normativo actualizado y coherente que promueva la sostenibilidad, como lo exige esta meta.
4. Tabla: ODS, Metas e Indicadores
Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) | Meta Específica | Indicador Identificado en el Artículo (Implícito) |
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ODS 2: Hambre Cero ODS 15: Vida de Ecosistemas Terrestres |
2.4: Asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y mejorar la calidad del suelo. 15.3: Luchar contra la desertificación y rehabilitar las tierras y los suelos degradados. |
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ODS 12: Producción y Consumo Responsables | 12.2: Lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales. |
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ODS 17: Alianzas para Lograr los Objetivos | 17.14: Mejorar la coherencia de las políticas para el desarrollo sostenible. |
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Fuente: bichosdecampo.com