Informe sobre el crecimiento económico de Argentina
Introducción
Argentina, en los últimos 50 años, ha crecido la mitad que el promedio de América Latina. Mientras la región creció, en promedio, 1,29% anual, Argentina lo hizo 0,74%, hablando en términos de producto interno bruto por habitante (medidos con paridad del poder adquisitivo, según el Banco Mundial). Es decir, que la riqueza que un país produce a lo largo de un año tuvo un rendimiento menor para Argentina que para los países vecinos. Por ejemplo, para Uruguay fue de 2,11% anual. Pero examinemos qué nos pasó.
Análisis del crecimiento económico de Argentina
Desde 1973 hasta 2022, Argentina tuvo 28 años de crecimiento positivo y 22 de caída del PIB por habitante. ¿Es mucho? Bueno, Australia en el mismo tiempo solo cayó en 6 oportunidades, con crecimiento en los otros 44 años.
Visto por etapas, Argentina tuvo dos rachas de crecimiento muy marcadas: una entre 1990 y 1998, y la otra entre 2002 y 2008. En ambas oportunidades el crecimiento comenzó con un programa de shock. En el primer ejemplo, la reforma del Estado que incluyó el régimen de convertibilidad fue una medida de shock que terminó con la hiperinflación. Hasta que se agotó el ciclo de crecimiento en 1998, el ingreso por argentino pasó de US$ 14.137 a US$ 19.773, aumentando casi 40% en esos 8 años.
El fracaso del gradualismo
Es más que discutido en la biblioteca económica cuáles son las causas del declive del modelo de convertibilidad: el alto nivel de endeudamiento, la apreciación de la moneda local, las crisis externas del Tequila y la asiática, etcétera. Sin embargo, todo indica que el derrumbe del modelo podría haberse evitado saliendo antes del 1 a 1.
Lamentablemente para la población, la indecisión de cambiar el modelo cambiario a tiempo puso a la economía en una recesión fatal en el 2001. Caído el régimen de convertibilidad, se llevó adelante un programa en 2002 donde se ajustó el gasto del sector público -en los tres niveles de gobierno: nacional, provincial y municipal- 6 puntos del PIB (de 35 a 29).
El concepto de gradualismo y su fracaso
El gradualismo puede definirse como un cambio de régimen económico en el mediano plazo, que pretende licuar el déficit fiscal sin realizar bajas estructurales del gasto público, esperando contar con el beneficio del crecimiento económico que se ilusiona con tener. La ilusión de que se puede crecer una vez que un modelo se agota está basada en la teoría del cheque en blanco: la sociedad y el mercado le da, según esta teoría, su confianza a un gobierno e invierte su dinero en esa economía, esperando que el gobierno cumpla sus promesas. Si funciona, el crecimiento diluye el gasto público y genera aumentos de recaudación que bajarían el déficit como porcentaje del PIB. Esta idea del gradualismo fue aplicada en tres oportunidades. La primera fue en el Plan Austral en 1985, la segunda en el gobierno de Cambiemos y la tercera en el actual Plan Massa.
La importancia de los shocks económicos
En la década del ochenta, muchos países tenían grandes inflaciones. Un caso conocido es el de Israel, que llegó a tener una inflación del 444% por el enorme gasto público -especialmente, el gasto militar- que estaba sosteniendo.
El programa israelí para salir de esa tremenda situación económica requirió del liderazgo de Shimon Peres, quien generó un fuerte ajuste del gasto público, incluso el gasto en defensa -que fue ajustado en 500 millones de dólares-, lo que parecía imposible en el contexto que vivía el país. En menos de un año, Peres había logrado la aprobación de las leyes de reformas claves, como la independencia total del Banco Central y la prohibición de emitir para financiar al gobierno. Los resultados de esa política duran hasta hoy.
Conclusiones
En conclusión, la idea de gradualismo llevó al fracaso de los programas económicos en situaciones de estanflación -inflación y estancamiento-. Por el contrario, la previa de las dos rachas de crecimiento que vivió Argentina en el último decalustro fueron programas de shock, con transformaciones profundas en el régimen fiscal, cambiario y monetario.
No tomar esas medidas en forma veloz, llevaría a un nuevo fracaso y peor, a perder una oportunidad histórica con un contexto favorable. El liderazgo que hace falta para ordenar el país será lo que definirá los próximos 20 años de la economía: es todo o es nada.
1. Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados en el artículo:
- ODS 1: Fin de la pobreza
- ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico
- ODS 10: Reducción de las desigualdades
- ODS 12: Producción y consumo responsables
- ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas
2. Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:
- ODS 1.2: Para 2030, reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones, de acuerdo con las definiciones nacionales.
- ODS 8.1: Sustentar el crecimiento económico per cápita de conformidad con las circunstancias nacionales y, en particular, un crecimiento del producto interno bruto (PIB) anual de al menos el 7% en los países menos adelantados.
- ODS 10.1: Para 2030, lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población a una tasa superior a la media nacional.
- ODS 12.2: Para 2030, lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales.
- ODS 16.6: Desarrollar instituciones eficaces, responsables y transparentes en todos los niveles.
3. Indicadores de los ODS mencionados o implícitos en el artículo:
- Indicador 1.2.1: Proporción de la población por debajo de la línea internacional de pobreza, por sexo, edad, empleo y ubicación geográfica (medido con paridad del poder adquisitivo).
- Indicador 8.1.1: Crecimiento económico per cápita anual de acuerdo con las circunstancias nacionales.
- Indicador 10.1.1: Crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población.
- Indicador 12.2.2: Huella ecológica y huella de carbono per cápita.
- Indicador 16.6.1: Índice de percepción de la corrupción.
4. Tabla de ODS, metas e indicadores:
ODS | Metas | Indicadores |
---|---|---|
ODS 1: Fin de la pobreza | Reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones | Proporción de la población por debajo de la línea internacional de pobreza, por sexo, edad, empleo y ubicación geográfica |
ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico | Sustentar el crecimiento económico per cápita de conformidad con las circunstancias nacionales | Crecimiento económico per cápita anual de acuerdo con las circunstancias nacionales |
ODS 10: Reducción de las desigualdades | Lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población a una tasa superior a la media nacional | Crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población |
ODS 12: Producción y consumo responsables | Lograr la gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales | Huella ecológica y huella de carbono per cápita |
ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas | Desarrollar instituciones eficaces, responsables y transparentes en todos los niveles | Índice de percepción de la corrupción |
¡Atención! Este espléndido artículo nace de la fuente del conocimiento, moldeado por una maravillosa tecnología patentada de inteligencia artificial que profundizó en un vasto océano de datos, iluminando el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuerda que todos los derechos están reservados por SDG Investors LLC, lo que nos permite defender el progreso juntos.
Fuente: eleconomista.com.ar
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