Informe sobre el diseño geoestratégico en Ucrania
Introducción
Las últimas maniobras en la guerra ruso-ucraniana han evidenciado el diseño geoestratégico subyacente a la invasión de Rusia a Ucrania. Para Moscú no se trata de un mero reflejo defensivo destinado a frenar militarmente la expansión de la OTAN hacia el este. En el fondo, el proyecto ofensivo de Rusia tiene que ver con reconfigurar la seguridad de Europa oriental, buscando controlar a Kiev, Bielorrusia, Georgia y Moldavia, actuando paralelamente en otros escenarios geopolíticos y en la geoeconomía para proyectar un rol mucho más protagónico en la creciente bipolaridad actual. Esta gran estrategia, mal percibida en la intensa batalla de percepciones que envuelve el conflicto, refleja la trama geoestratégica contemporánea.
La narrativa rusa fundada en la expansión efectiva de la OTAN
Desde febrero 2022, la narrativa rusa para legitimar la invasión de Ucrania ha sido fundada en la expansión de la OTAN hacia el este. La ampliación otaniana es un hecho y se enmarca, como lo sugirió Zbigniew Brzezinski en 1997, en una ofensiva más extensa de los Estados Unidos para reducir el perímetro de influencia soviética hacia las fronteras de Rusia en el periodo posterior a la Guerra Fría. La revolución naranja y la “diplomacia transformadora”, exitosamente desplegada desde Washington en Ucrania entre los años 2000 y 2014, fueron partes de esta ambición.
Fundamentalmente, es a inicios de este periodo que una parte de las élites rusas van a asociar progresivamente el derrumbe de la Unión Soviética a la matriz de influencia occidental, la percepción de haber sido corrido por la OTAN y la inercia de la propia burocracia rusa. Esta percepción, cristalizada al interior de Rusia por la impronta de Vladímir Putin, encuentra un eco a una larga obsesión estratégica del imperio ruso en mantener una cintura protectora en su flanco occidental. La hubris del “nuevo siglo americano”, impulsado por los neoconservadores norteamericanos a partir de 1997, acentuará esta polarización a la luz de las injerencias que realiza Washington en el derecho internacional en los escenarios de Irak y Libia.
El desarrollo de la OTAN va a orientar inclusive las etapas de integración de nuevos países a la Unión Europea, en contraste manifiesto con la ausencia de voluntad del bloque europeo para formar una arquitectura genuina de defensa.
La ausencia de defensa colectiva en Europa
Es importante subrayar este contraste de la capacidad de defensa europea con la de la OTAN que ha sido palmariamente ilustrado por sus varios episodios de crisis y que fue correctamente mapeado por los tanques de pensamiento rusos antes de 2022[1]. Entre 1986 y 2000, ninguna coordinación fue posible entre países europeos para responder a la guerra yugoslava, obligando a los Estados Unidos a intervenir militarmente en Kosovo. En 2016, Donald Trump cuestiona la escasa contribución financiera de los integrantes europeos (sólo siete estados respetan la regla de contribución del 2% en materia de presupuesto militar). En 2019, los Estados Unidos y Turquía deciden actuar en Siria sin consultar a sus aliados de la OTAN, creando así una nueva tensión que deriva luego en un cruce greco-turco en el Mediterráneo. En 2021 el desborde migratorio generado por Bielorrusia y Turquía genera otra tensión interna.
En diciembre 2022 la primera ministra finlandesa bien resumió lo que todos sabían sobre esta contradicción en materia de seguridad al momento de firmar el ingreso de Finlandia a la alianza atlántica: “nos sumamos a la OTAN porque estaríamos en problema sin el apoyo de los Estados Unidos”. Vale recordar que el presupuesto militar de la OTAN era de 950.000 millones de dólares anuales en 2018, los Estados Unidos aportando un 70% del total, con 66.000 millones de dólares para el presupuesto militar de Rusia.
A pesar de su volumen económico, la defensa europea es fragmentada y da un trágico reflejo de la ausencia de voluntad para construir un estatus de potencia y recubrir mayor niveles de soberanía.
El ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN fisura la narrativa principal
En abril de 2022, el ingreso de Finlandia a la OTAN a pedido de su gobierno (la de Suecia está en camino), creando una larga línea de contacto entre Rusia y la alianza militar (1300 km de frontera finlandesa), no genera reacciones diplomáticas o militares particulares de Moscú, más allá de algunos gestos retóricos. Mientras Vladímir Putin afirmaba en 2021 que había una línea roja no transable para la relación de Ucrania con la alianza atlántica, el mismo declaraba en mayo de 2022 que no veía al ingreso de Helsinki y Estocolmo como una amenaza real mientras no hayan consecuencias significativas en término de infraestructuras militares.
Al final, se evidenciaba que Finlandia no constituía un espacio de carácter estratégico para Moscú, comparativamente a Ucrania. Por ese mismo motivo, el argumento de describir a la OTAN como una amenaza existencial reveló su falta de idoneidad. Apareció más nítidamente que el eje principal de Moscú era Kiev y su no adhesión a la OTAN. Para entender más a fondo esta perspectiva hay que revis
1. Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados en el artículo
- Objetivo 16: Paz, justicia e instituciones sólidas
- Objetivo 17: Alianzas para lograr los objetivos
2. Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo
- Meta 16.1: Reducir significativamente todas las formas de violencia y las tasas de mortalidad relacionadas en todo el mundo.
- Meta 16.3: Promover el Estado de derecho en los ámbitos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos.
- Meta 17.16: Mejorar la disponibilidad y el acceso a la información sobre el desarrollo sostenible.
3. Indicadores de los ODS mencionados o implícitos en el artículo
- Indicador 16.1.1: Número de homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes, por sexo y edad.
- Indicador 16.3.1: Porcentaje de personas que tienen confianza en los tribunales nacionales.
- Indicador 17.16.1: Número de países que han adoptado y aplicado estrategias nacionales para el desarrollo sostenible.
4. Tabla de ODS, metas e indicadores
ODS | Metas | Indicadores |
---|---|---|
Objetivo 16: Paz, justicia e instituciones sólidas | Meta 16.1: Reducir significativamente todas las formas de violencia y las tasas de mortalidad relacionadas en todo el mundo. | Indicador 16.1.1: Número de homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes, por sexo y edad. |
Objetivo 17: Alianzas para lograr los objetivos | Meta 16.3: Promover el Estado de derecho en los ámbitos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos. | Indicador 16.3.1: Porcentaje de personas que tienen confianza en los tribunales nacionales. |
Meta 17.16: Mejorar la disponibilidad y el acceso a la información sobre el desarrollo sostenible. | Indicador 17.16.1: Número de países que han adoptado y aplicado estrategias nacionales para el desarrollo sostenible. |
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Fuente: saeeg.org
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El artículo “El diseño geoestratégico que aflora en Ucrania” aborda la importancia de Ucrania en el escenario geopolítico actual y cómo su ubicación geográfica la convierte en un punto clave para las potencias mundiales. El autor destaca cómo Ucrania se encuentra en una encrucijada entre Rusia y Occidente, lo que ha llevado a una serie de conflictos y tensiones en la región.
La conclusión del artículo es que Ucrania se ha convertido en un campo de batalla para la lucha por el poder y la influencia entre Rusia y Occidente. Ambas partes tienen intereses estratégicos en el país, ya sea por razones económicas, políticas o militares. Esto ha llevado a una serie de acciones y movimientos tácticos por parte de ambas partes para asegurar su posición en la región.
El artículo también destaca cómo esta lucha por el control de Ucrania no solo afecta a los ucranianos, sino que también tiene implicaciones más amplias para la estabilidad y seguridad en Europa. La situación en Ucrania ha generado tensiones entre Rusia y Occidente, lo que ha llevado a sanciones económicas, disputas territoriales y una creciente militarización en la región.
En resumen, el artículo pone de relieve la importancia de Ucrania en el escenario geopolítico actual y cómo su ubicación estratégica ha llevado a una lucha por el control entre Rusia y Occidente. La situación en Ucrania tiene implicaciones más amplias para la estabilidad y seguridad en Europa, lo que hace que sea un tema de gran relevancia e interés para las potencias mundiales.
En el artículo “El diseño geoestratégico que aflora en Ucrania” se discute la importancia de la ubicación geográfica de Ucrania y cómo esto ha influenciado su historia y relaciones internacionales. Se destaca la importancia de entender el contexto geopolítico de la región para comprender los conflictos actuales y las decisiones estratégicas que se toman. Es fundamental analizar cómo los intereses de las potencias mundiales afectan a Ucrania y cómo este país juega un papel clave en la geopolítica mundial.