Informe sobre la calidad del aire en el Oriente Antioqueño
Por: Paula Andrea Bernal Cardona
Las ciudades con mayor densidad poblacional del país han vivido en la última década momentos críticos por la calidad del aire. Medellín y el Valle de Aburrá, por ejemplo, enfrentan cada año dos episodios por contaminación atmosférica. La inquietud por la calidad del aire en el Oriente Antioqueño aumenta a medida que su dinámica comercial, mercado inmobiliario, tráfico vehicular y su densidad poblacional crecen, especialmente en los municipios que conforman el altiplano.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la contaminación del aire como la amenaza medioambiental más peligrosa para la salud humana. En el mundo cada año hay millones de muertes y años de vida saludable perdidos por la exposición a la contaminación del aire.
CORNARE como autoridad ambiental en el territorio, tiene instaladas dos estaciones para el monitoreo de la calidad del aire, una en el municipio de Rionegro y otra en La Ceja; con proyecciones de extender dicha red.
En las estaciones de monitoreo se recopilan datos sobre los principales contaminantes atmosféricos, como es el caso del PM 2.5. Son partículas inhalables que tienen diámetros de 2,5 micrómetros y menores. El ejemplo más usado para comprenderlo es tomar como referencia un solo cabello de su cabeza. En promedio el cabello humano mide, aproximadamente, 70 micrómetros de diámetro, lo que lo hace 30 veces más grande que la partícula de PM2,5.
Resultados del seguimiento a la calidad del aire
La OMS definió una escala de cinco grupos que muestran el índice de la calidad del aire: Buena, moderada o aceptable, dañina a la salud de grupos sensibles, dañina a la salud y muy dañina.
El seguimiento adelantado por CORNARE a las dos estaciones instaladas en la región, para el caso del contaminante PM 2.5 registran en promedio un índice de calidad del aire moderado o aceptable, sin embargo, hay registros de días con aire dañino para grupos sensibles. Como ocurrió en la semana comprendida entre el 9 de marzo y el 16 de marzo de este año, registros que coinciden con el nivel de prevención declarado en el Valle de Aburrá y la alta incidencia de incendios forestales en medio del Fenómeno del Niño.
Ciudadanos y académicos se unen por el monitoreo de la calidad del aire
A la par de los registros de la autoridad ambiental, hay iniciativas académicas y ciudadanas que empiezan a mostrar un panorama de lo que puede estar pasado con la calidad del aire en la región. En La Ceja, ya son 28 los ciudadanos con sensores de bajo costo instalados en sus viviendas.
En el año 2021, un proyecto de investigación de una estudiante de la Maestría en Gestión Ambiental de la Universidad de Antioquia dio inicio a lo que hoy se conoce como Waira, una iniciativa que es acompañada por la Universidad de Antioquia y un grupo de investigadores del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (ICM).
En dos años los investigadores tienen hallazgos importantes que hacen parte de los análisis de los datos del proyecto “Se presentaron incrementos notorios en las concentraciones de material particulado asociado al uso extensivo de pólvora y material pirotécnico en las fiestas de Navidad y de fin de año. Además, se han identificado sectores en el municipio en donde las concentraciones de PM 2.5 son mayores asociados a zonas con alto flujo vehicular”, indicó Sandra Echeverri, Magister en Gestión Ambiental y autora del proyecto de investigación.
El seguimiento también permite identificar los horarios con mayores concentraciones de material particulado en el municipio, un ciclo diurno con dos periodos de máximas (4:00 a.m y 8:00 am, 6:00 p.m a 8:00 p.m) y dos de mínimas concentraciones (10:00 a.m. a 1:00 p.m, 10:00p.m. a 2:00am).
Los investigadores resaltan la relación que puede existir entre los episodios que enfrenta el Valle de Aburrá y los picos evidenciados en el Oriente Antioqueño. Las dos primeras semanas del mes de marzo, las concentraciones de PM 2.5 mostraron aumentos en los sensores de Waira, coincidiendo con el primer periodo de gestión de la calidad del aire en el Valle de Aburrá donde se mantuvo la declaratoria del nivel de prevención y que estuvo influenciada por el alto número de incendios forestales.
“Es de notar que el promedio histórico de la red para concentraciones de 24 horas es de 8 microgramos por metro cúbico. Sin embargo, la semana comprendida entre el 28 de febrero al 8 de marzo de 2024 estos promedios alcanzaron los 37 microgramos por metro cúbico. Estas observaciones nos permiten concluir que existe una posible conexión entre las alteraciones de la calidad del aire en el Valle de Aburrá y probablemente algunos sectores del Valle de San Nicolás”, específica Vladimir Toro, profesor de la Universidad de Antioquia y del Instituto de Ci
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con el artículo:
- Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
- Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles
- Objetivo 13: Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
- Objetivo 15: Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad
Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:
- Meta 3.9: Para 2030, reducir considerablemente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, el agua y el suelo.
- Meta 11.6: Para 2030, reducir el impacto ambiental negativo per capita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo.
- Meta 13.1: Reforzar la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en todos los países.
- Meta 15.1: Para 2020, asegurar la conservación, restablecimiento y uso sostenible de los ecosistemas terrestres y de agua dulce y sus servicios, en particular los bosques, los humedales, las montañas y las zonas áridas, en consonancia con las obligaciones contraídas en virtud de acuerdos internacionales.
Indicadores de los ODS mencionados en el artículo:
- Indicador 3.9.1: Mortalidad atribuible a la contaminación del aire ambiente.
- Indicador 11.6.2: Proporción de ciudades con una planificación y ordenación del territorio implementada y efectiva, que reduzca el impacto ambiental negativo per capita, especialmente para la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo.
- Indicador 13.1.1: Número total de muertes atribuibles a desastres naturales relacionados con el clima y pérdidas económicas directas causadas por ellos en relación con el PIB global, incluidos los desastres relacionados con el agua.
- Indicador 15.1.1: Superficie forestal como proporción de la superficie terrestre total.
Tabla de ODS, metas e indicadores:
ODS | Metas | Indicadores |
---|---|---|
Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades | Meta 3.9: Para 2030, reducir considerablemente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, el agua y el suelo. | Indicador 3.9.1: Mortalidad atribuible a la contaminación del aire ambiente. |
Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles | Meta 11.6: Para 2030, reducir el impacto ambiental negativo per capita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo. | Indicador 11.6.2: Proporción de ciudades con una planificación y ordenación del territorio implementada y efectiva, que reduzca el impacto ambiental negativo per capita, especialmente para la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo. |
Objetivo 13: Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos | Meta 13.1: Reforzar la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en todos los países. | Indicador 13.1.1: Número total de muertes atribuibles a desastres naturales relacionados con el clima y pérdidas económicas directas causadas por ellos en relación con el PIB global, incluidos los desastres relacionados con el agua. |
Objetivo 15: Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad | Meta 15.1: Para 2020, asegurar la conservación, restablecimiento y uso sostenible de los ecosistemas terrestres y de agua dulce y sus servicios, en particular los bosques, los humedales, las montañas y las zonas áridas, en consonancia con las obligaciones contraídas en virtud de acuerdos internacionales. | Indicador 15.1.1: Superficie forestal como proporción de la superficie terrestre total. |
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Fuente: laprensaoriente.info
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