Datos y cifras
- El sarampión es una enfermedad muy contagiosa y grave causada por un virus que se transmite por el aire; puede derivar en complicaciones graves y provocar la muerte.
- La vacunación contra el sarampión evitó 57 millones de muertes entre 2000 y 2022.
- A pesar de que existe una vacuna segura y costoeficaz, se estima que en 2022 hubo 136,000 fallecimientos por sarampión en todo el mundo, en su mayoría, niños menores de cinco años no vacunados o que no habían recibido la pauta completa.
- En 2022, alrededor del 83% de los niños de todo el mundo recibieron una dosis de la vacuna contra el sarampión antes de cumplir un año a través de los servicios de salud ordinarios; se trata del porcentaje más bajo desde 2008.
Panorama general
El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa. Se propaga fácilmente cuando una persona infectada respira, tose o estornuda. Puede provocar una enfermedad grave, complicaciones o la muerte.
El sarampión puede afectar a cualquier persona, pero es más común entre los niños.
Antes de propagarse por todo el cuerpo, el virus infecta las vías respiratorias. Los síntomas incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y una erupción cutánea que se extiende por todo el cuerpo.
Vacunarse es la mejor manera de evitar contraer el sarampión o contagiarlo a otras personas. La vacuna es segura y ayuda al cuerpo a combatir el virus.
Antes de que se introdujera la vacuna contra el sarampión en 1963 y se optara por la vacunación generalizada, las principales epidemias se producían aproximadamente cada dos o tres años y causaban unos 2.6 millones de muertes cada año.
Se estima que 136,000 personas murieron de sarampión en 2022 —en su mayoría, niños menores de cinco años—, a pesar de que se dispone de una vacuna segura y costoeficaz.
La intensificación de las actividades de inmunización por parte de los países, la OMS, la Alianza contra el Sarampión y la Rubéola (denominada antiguamente Iniciativa de Lucha contra el Sarampión y la Rubéola) y otros asociados internacionales logró evitar una cifra estimada de 57 millones de muertes entre 2000 y 2022. La vacunación redujo las defunciones por sarampión, que pasaron de unas 761,000 en 2000 a unas 136,000 en 2022.
Efectos de la pandemia de COVID-19
La pandemia de COVID-19 provocó contratiempos en las actividades de vigilancia e inmunización. Como consecuencia de la suspensión de los servicios de inmunización, del descenso en las tasas de inmunización y de la reducción de las actividades de vigilancia en todo el mundo, millones de niños quedaron en situación de vulnerabilidad frente a enfermedades prevenibles como el sarampión.
Ningún país escapa al sarampión, y las zonas en las que las tasas de inmunización son bajas fomentan la circulación del virus, lo que aumenta la probabilidad de brotes y pone en peligro a todos los niños no vacunados.
Debemos retomar los avances y alcanzar los objetivos regionales para la eliminación del sarampión, a pesar de la pandemia de COVID-19. Los programas de inmunización deben fortalecerse en el seno de la atención primaria de salud, de modo que deben acelerarse los esfuerzos para llegar con dos dosis de la vacuna contra el sarampión a todos los niños. Los países también han de dotarse de sistemas de vigilancia robustos que permitan identificar y subsanar las deficiencias en materia de inmunización.
Signos y síntomas
Los síntomas del sarampión suelen aparecer entre 10 y 14 días después de la exposición al virus. El más visible es una erupción cutánea prominente.
Los primeros síntomas suelen durar entre 4 y 7 días, e incluyen:
- secreción nasal
- tos
- ojos llorosos y enrojecidos
- pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.
La erupción cutánea comienza entre 7 y 18 días después de la exposición, generalmente en la cara y la parte superior del cuello. Se propaga durante unos 3 días, hasta llegar a las manos y los pies. Por lo general, dura entre 5 y 6 días hasta que se desvanece.
La mayoría de las muertes por sarampión se deben a complicaciones relacionadas con la enfermedad.
Estas complicaciones pueden incluir:
- ceguera
- encefalitis (una infección que causa una inflamación cerebral y que puede provocar daño cerebral)
- diarrea grave y la consiguiente deshidratación
- infecciones del oído
- problemas respiratorios graves, como la neumonía.
Contraer el sarampión durante el embarazo puede ser peligroso para la madre y provocar que el bebé nazca prematuramente y con bajo peso al nacer.
Las complicaciones son
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados
- Objetivo de Desarrollo Sostenible 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
- Objetivo de Desarrollo Sostenible 10: Reducir la desigualdad en y entre los países.
Metas específicas de los ODS identificadas
- Meta 3.2: Para 2030, poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años, logrando que todos los países intenten reducir la mortalidad neonatal al menos a 12 por cada 1000 nacidos vivos y la mortalidad en menores de 5 años al menos a 25 por cada 1000 nacidos vivos.
- Meta 3.4: Para 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar.
- Meta 10.1: Para 2030, lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población a una tasa superior a la media nacional.
Indicadores de los ODS relevantes
- Indicador 3.2.2: Tasa de mortalidad neonatal.
- Indicador 3.2.3: Tasa de mortalidad en menores de 5 años.
- Indicador 3.4.1: Tasa de mortalidad atribuible a enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes o enfermedades respiratorias crónicas.
- Indicador 10.1.1: Crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población.
Tabla de ODS, metas e indicadores
ODS | Metas | Indicadores |
---|---|---|
ODS 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. | Meta 3.2: Para 2030, poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años, logrando que todos los países intenten reducir la mortalidad neonatal al menos a 12 por cada 1000 nacidos vivos y la mortalidad en menores de 5 años al menos a 25 por cada 1000 nacidos vivos. | Indicador 3.2.2: Tasa de mortalidad neonatal. Indicador 3.2.3: Tasa de mortalidad en menores de 5 años. |
ODS 10: Reducir la desigualdad en y entre los países. | Meta 10.1: Para 2030, lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población a una tasa superior a la media nacional. | Indicador 10.1.1: Crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población. |
El artículo aborda principalmente el tema del sarampión y su impacto en la salud de los niños. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados son el ODS 3, que se enfoca en garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades, y el ODS 10, que busca reducir la desigualdad en y entre los países.
En cuanto a las metas específicas de los ODS, se pueden identificar las siguientes en función del contenido del artículo:
– Meta 3.2: Poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años, reduciendo la mortalidad neonatal y en menores de 5 años.
– Meta 3.4: Reducir la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, como el sarampión.
– Meta 10.1: Lograr progresivamente y mantener el crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población.
En cuanto a los indicadores de los ODS mencionados o implícitos en el artículo, se pueden utilizar los siguientes para medir el progreso hacia los objetivos identificados:
– Indicador 3.2.2: Tasa de mortalidad neonatal.
– Indicador 3.2.3: Tasa de mortalidad en menores de 5 años.
– Indicador 3.4.1: Tasa de mortalidad atribuible a enfermedades no transmisibles.
– Indicador 10.1.1: Crecimiento de los ingresos del 40% más pobre de la población.
Estos indicadores permiten medir la reducción de la mortalidad infantil y el crecimiento económico de los grupos más vulnerables, que son metas clave para abordar el problema del sarampión y promover la salud y el bienestar de la población.
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Fuente: who.int
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El artículo trata sobre el sarampión y la importancia de la vacunación para prevenir su propagación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sarampión es una enfermedad altamente contagiosa y puede causar complicaciones graves, especialmente en niños pequeños. A pesar de que existen vacunas efectivas para prevenir el sarampión, en muchos países aún existen brotes y casos de esta enfermedad debido a la falta de acceso a la vacunación. La OMS hace un llamado a los gobiernos y a la comunidad internacional para fortalecer los programas de vacunación y garantizar que todas las personas tengan acceso a esta medida preventiva. En conclusión, el artículo resalta la importancia de la vacunación como una herramienta fundamental para controlar y erradicar el sarampión.