El VIH/Sida: Una pandemia que puede ser detenida
Desde hace casi medio siglo sabemos de la existencia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), mismo que provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida). En un principio, su relación con las prácticas sexuales impidió frenar los contagios y, por tanto, alcanzó la categoría de pandemia. Hasta la fecha han muerto alrededor de 40 millones de personas. Sin embargo, el estado actual de la transmisión alienta la posibilidad de detener la pandemia en un futuro cercano.
El Sida fue descubierto a principios de la década de los ochenta cuando médicos estadounidenses observaron que pacientes jóvenes homosexuales, previamente sanos, estaban presentando infecciones oportunistas como un cierto tipo de neumonía o sarcoma de Kaposi (un tipo raro de cáncer de piel), entre otras.
Poco a poco se identificó que esta condición no sólo afectaba a la población homosexual, ya que también había casos entre usuarios de drogas intravenosas y personas que habían recibido transfusiones de sangre.
Esto despertó la sospecha de que el agente infeccioso responsable de esta nueva epidemia se transmitía por vía sexual o sanguínea. Así diferentes grupos de investigadores estadounidenses y europeos se dieron a la tarea de encontrar al nuevo patógeno.
Después de años de trabajo, un grupo de científicos franceses logró aislar en el laboratorio el virus causante del Sida. El VIH ataca y destruye el sistema inmunológico del organismo humano.
Naturaleza del virus
La estructura del VIH es muy similar a la de otros virus. En el centro tiene el material genético, ácido ribonucleico (ARN), rodeado por una capa protectora, conocida como cápside. Al igual que todos los virus, el VIH necesita un hospedero para reproducirse, es decir, requiere alojarse en la célula de un ser vivo.
Una vez que el virus entra a las células libera su genoma y a partir de ese momento se inicia la producción de copias del virus, como si fuera una fotocopiadora fuera de control. Desafortunadamente, las copias no son exactas y se presentan ligeros cambios que van modificando la estructura del virus. Estos cambios se conocen como mutaciones.
Las copias del virus son liberadas al exterior de la célula e infectan a otras. La capacidad de replicación del virus es tan alta que cada célula infectada puede producir decenas de miles de nuevas partículas virales que son diferentes al virus original, explica el doctor Roberto Vázquez Campuzano, académico del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Las defensas
El ataque contra el invasor inicia cuando el sistema inmune reconoce a la molécula extraña y se prepara para la defensa. Dicho sistema está formado por diferentes tipos de células, proteínas, órganos y tejidos que trabajan en conjunto para defendernos de microorganismos y sustancias tóxicas que podrían enfermarnos.
En particular, las células conocidas como leucocitos o glóbulos blancos desempeñan un papel importante en el sistema inmune. Hay un tipo de glóbulos blancos, conocidos como linfocitos T o células T, cuya principal función es identificar y mediar la producción de anticuerpos para destruir a los patógenos o las células infectadas. Sin embargo, las células T son el blanco principal del VIH, aunque no son las únicas que pueden ser atacadas.
El hecho que el VIH invada las células T ocasiona que el sistema inmunológico se debilite, lo cual provoca que el organismo quede expuesto a contraer infecciones o a desarrollar enfermedades como ciertos tipos de cáncer.
A las enfermedades infecciosas que afectan a las personas que viven con VIH se les conoce como oportunistas, precisa el doctor Roberto Vázquez Campuzano, académico del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Asimismo, el especialista aclara que VIH y el Sida no son lo mismo. El primero es el virus que causa el Sida. Las personas que son infectadas se les llama seropositivas y no siempre llegan a desarrollar la fase más grave de la infección, el Sida.
Se le llama síndrome porque es un conjunto de signos y síntomas originado por las enfermedades oportunistas. Una persona tiene Sida cuando presenta este cuadro o cuando la cuenta de sus linfocitos CD4 es menor a 200. Un ser humano que vive con el virus sin recibir tratamiento tarda alrededor de 10 años en desarrollar la enfermedad; la muerte sobreviene en un lapso de tres a cinco años.
Tratamientos
A la fecha no existe una cura. Sin embargo, se han desarrollado terapias exitosas. En la actualidad, las personas que han contraído el virus y que se someten a tratamiento logran llevar una vida larga y saludable, incluso muchas no llegan a desarrollar Sida. Es por esto que todas las personas deberían tener acceso a una terapia antirretroviral.
En los últimos años, cinco pacientes se han librado del VIH. Tienen en común haberse sometido a un tratamiento contra la leucemia aguda mieloide. La terapia consistió en reemplazar las células de la médula ósea del paciente con células madre obtenidas de un donador. Dichas células tienen la característica de tener una mutación en los genes que impide que el VIH entre en ellas. Sin embargo, este tratamiento es muy inseguro, el ries
1. Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) abordados en el artículo:
- Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
- Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.
- Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países.
- Objetivo 16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
2. Metas específicas de los ODS identificadas en el artículo:
- Meta 3.3: Para 2030, poner fin a las epidemias del SIDA, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas y combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles.
- Meta 3.7: Para 2030, garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación familiar, información y educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales.
- Meta 5.6: Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública.
- Meta 10.3: Garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, incluso eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias y promoviendo legislaciones, políticas y medidas adecuadas a ese respecto.
- Meta 16.3: Promover el Estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos.
3. Indicadores de los ODS mencionados en el artículo:
- Indicador 3.3.1: Número de nuevas infecciones por el VIH entre la población general y entre los grupos de población clave.
- Indicador 3.7.1: Proporción de mujeres en edad fértil (15-49 años) que tienen necesidades de planificación familiar satisfechas con métodos modernos.
- Indicador 5.6.1: Proporción de mujeres en puestos directivos en el sector público y privado.
- Indicador 10.3.1: Proporción de personas que viven por debajo del umbral nacional de pobreza, desagregadas por sexo, edad, situación laboral y ubicación geográfica.
- Indicador 16.3.1: Proporción de la población que percibe haber sido víctima de corrupción en el último año.
4. Tabla ‘ODS, metas e indicadores’:
ODS | Metas | Indicadores |
---|---|---|
Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. | Meta 3.3: Para 2030, poner fin a las epidemias del SIDA, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas y combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles. | Indicador 3.3.1: Número de nuevas infecciones por el VIH entre la población general y entre los grupos de población clave. |
Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas. | Meta 5.6: Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública. | Indicador 5.6.1: Proporción de mujeres en puestos directivos en el sector público y privado. |
Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países. | Meta 10.3: Garantizar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, incluso eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias y promoviendo legislaciones, políticas y medidas adecuadas a ese respecto. | Indicador 10.3.1: Proporción de personas que viven por debajo del umbral nacional de pobreza, desagregadas por sexo, edad, situación laboral y ubicación geográfica. |
Objetivo 16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles. | Meta 16.3: Promover el Estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos. | Indicador 16.3.1: Proporción de la población que percibe haber sido víctima de corrupción en el último año. |
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Fuente: ciencia.unam.mx
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